Ramas de almendro de Van Gogh (imagen tomada de la red)
Me hablaste de casamiento,
que seamos uno los dos.
¿Qué parte de mí eres tú?
¿Qué parte de tí soy yo?
¿Será al cincuenta por ciento?
porque seamos sinceros:
no quiero absorberte a tí,
que tú me absorbas, no quiero.
Ya que si tanto me quieres
y tú no quieres ser yo.
pero si que yo sea tú,
seremos uno en los dos.
Y eso es pura posesión,
hacer de ser libre, esclavo.
Anular mi libertad
con la excusa de...¡te amo!
Respeta mi mente y alma
si es verdad que tú me quieres,
pues tan preciados tesoros
sólo a mí me pertenecen.
Por eso vengo a decirte:
aunque yo te dé mi amor,
es mía mi libertad
y tuyo, mi corazón.
Mª Teresa García Gutiérrez